El Rey Midas y su toque de oro

En la antigua Grecia había un rey, el rey Midas, una tarde decidió salir a dar un paseo por un cercano monte de su reino.  Anduvo paseando cuando se topó con una curiosa competición: Apolo, dios del sol, con su lira frente a un hombre, Marsias, que soplaba una flauta. Ambos competían por saber quién era, de los dos, el mejor músico. El rey Midas, sería el jurado.

Tras escuchar la música de Apolo y la de Marsias, dio por vencedor a Marsias, sabiendo que Apolo era el mejor musico. Enojado por semejante afrenta, el dios decidió castigar a ambos humanos: mató a Marsias por osar enfrentarse a un dios 

y transformó las orejas del rey en las de un burro. El rey avergonzado, corrió y corrió hasta cubrirse las orejas con un gorro frigio para que nadie más supiera de su castigo.

Pasando el tiempo, el rey no pudo ocultar más su secreto, tenía que quitarse el gorro para cortarse el pelo, Por lo que desde entonces, su peluquero también conocía su gran secreto. El rey Midas lo amenazó de muerte si le contaba a cualquier criatura viva que tenía orejas de burro.


El secreto del rey ardía en el interior del peluquero que ansiaba contarlo y gritarlo a todo el mundo. La amenaza, sin embargo, lo aterrorizaba. Incapaz de guardar el secreto por más tiempo, el peluquero tuvo una idea: viendo que no había nadie que pudiera escucharlo, cavó un hoyo en el suelo cercano a un río y susurró: “¡El rey Midas tiene orejas de burro,,El rey Midas tiene orejas de burro!” Tras lo que tapó bien el agujero con abundante arena y se marchó aliviado.


Meses más tarde, en el lugar dónde el peluquero había cavado y enterrado el vergonzante secreto de su rey, comenzó a brotar una caña, y luego otra y otra y otra. Estas cañas comenzaron a susurrar “¡El rey Midas tiene orejas de burro! ¡El rey Midas tiene orejas de burro!”. Con el viento, estas palabras volaron y volaron, hasta llegar a los últimos rincones del país.

Furioso, el rey ordenó cortar la cabeza de su peluquero, según la tradición. 

Midas trató de suicidarse de la vergüenza, pero habiendo sido el rey Midas un campesino que había llegado al trono de Frigia por voluntad de los dioses, pidió ayuda al dios Dionisio (Baco), y este le quito la condena de sus orejas de burro, mas le ofreció un deseo, Midas lo pensó y habiendo nacido pobre, pidió que todo lo que tocase se convirtiese en oro.

Al llegar la hora de la cena, el rey tocó la silla y esta se convirtió en oro, igual sucedió con la mesa, el tenedor y los platos. Cuando se llevó un trozo de pan a los labios, este también se convirtió en oro.

—¿Cómo podré beber y alimentarme? —se preguntó.

El rey comenzó a llorar desconsolado, su alegría se había transformado en preocupación.

El rey Midas, espantado, le pidio a Dioniso que lo ayudase. 

Justo en ese momento, la joven hija del rey corrió a la habitación para saludar a su padre. Al verlo llorar, le dio un abrazo y se convirtió en una hermosa estatua dorada. 


El rey Midas no podía creer lo que veía. —¿Qué he hecho? —dijo entre lágrimas—. Mi codicia se ha llevado a mi hija.

Al escuchar sus plegarias, el dios Dionisio decidió que el rey Midas había aprendido la lección y le ordenó bañarse en el río Pactolo:

—Al ser obediente y bañarte en las aguas del río y el cambio en tu corazón, devolverán la vida a las cosas que tu codicia convirtió en oro—, le dijo con severidad.

El rey Midas se bañó en el río Pactolo, dejando atrás las corrientes de oro que permanecen ahí hasta el día de hoy. 

Lo que había convertido en oro regresó a su forma natural.

El rey se sintió muy agradecido con cada abrazo de su hija, el perfume de las rosas y la suave textura del pan. Aprendió a apreciar lo que tenía y fue feliz como nunca lo había sido.









Comentarios personales: 

Así como es arriba es también abajo.

La Codicia material es la otra cara de la Codicia espiritual.

No a todos se nos da una segunda oportunidad.

Trata de ser feliz con lo que tienes, del cielo o de los dioses nada solamente "bueno" te caera. Vive tu vida intensamente, porque nada te llevaras cuando te marches.







Gracias por leer las publicaciones de JJCE 


Comments

Popular posts from this blog

Feb 4

Jan 25