Oct 17

Una leyenda tibetana sobre el panda gigante cuenta cómo obtuvieron sus hermosas e inusuales marcas negras. 

Hace mucho tiempo, cuando los pandas vivían en las montañas del Tíbet, eran blancos como la nieve. Eran amigos de cuatro pastoras que cuidaban sus rebaños en las montañas cercanas a su aldea. Un día, mientras las pastoras jugaban con un cachorro de panda, un leopardo saltó de la maleza e intentó atacar al cachorro. 

Las jóvenes pastoras se arrojaron frente al cachorro para salvarlo y el leopardo las mató. Todos los pandas de la zona se entristecieron por su muerte y celebraron un servicio conmemorativo para honrarlos a ellos y a su valentía. Para recordar su sacrificio por el cachorro, todos los pandas llevaban cenizas negras en sus brazos (como era la costumbre local). 

Mientras lloraban por las pastoras, se secaban los ojos con las patas, se tapaban los oídos para bloquear el sonido del llanto y se abrazaban con dolor. Mientras hacían estas cosas, la ceniza se esparció y ennegreció su pelaje. Los pandas no se lavaron el negro de su pelaje como una forma de recordar a las niñas. Hasta el día de hoy, los pandas están cubiertos con las marcas negras para recordar siempre

Ah, sí, y todos los pandas nacen hembras. Los machos solo se crean si un panda recibe un susto en sus primeras 48 horas de vida. Es por eso que algunos zoológicos emplean a asustadores de pandas

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